El perro es el mejor amigo del hombre. Sin embargo, tiene su propio carácter, privacidad y, sobre todo, necesita límites bien establecidos. En el animal, enseñar los dientes, gruñir y morder puede ser la manifestación de diversos estados anímicos, por lo que debemos identificar cuál de ellos lo antes posible para devolverlo a la normalidad. A menudo, se trata tan solo de una fase pasajera, pero no debe subestimarse.

Las razones por las que un perro muerde

Los perros son muy distintos de los humanos, no tienen muchas maneras de expresar que se sienten incómodos o tienen algún problema. A menudo, morder es una reacción instintiva a algo que consideran inaceptable en ese momento, por ejemplo, el hecho de que estemos invadiendo su espacio o tocando sus cosas en un momento en el que no quieren compartirlas con nosotros, o simplemente por miedo. .

Qué hacer si el perro nos muerde

Por supuesto, se deben evitar las situaciones en las que el perro muerde, al menos hasta que se pueda detectar la causa posible que lo lleva a ello y podemos trabajar sobre la misma. En primer lugar, podemos probar con ejercicios de readiestramiento en casa. Sin embargo, para conseguir resultados sustanciales, lo ideal es contar con un buen adiestrador de perros, en especial si el perro es adulto o lo hemos adoptado recientemente. Solo un profesional podrá decirnos si estos comportamientos son tan solo una fase o son de una índole realmente peligrosa.

Qué hacer si el perro muerde al dueño

Cómo comportarse si hay niños en casa y el perro muerde

Los niños suelen ser los miembros de la familia a los que el perro se siente más unido, ya que siente la necesidad de protegerlos, pero no siempre es así. Sus voces altas, constantes invasiones y arrebatos de afecto físico pueden incomodar al perro. Hablamos de niños de hasta 3-4 años, menos inclinados a reconocer las posibles advertencias de los perros. No todas las razas o tipos de perros se llevan bien con los niños. De hecho, algunas razas muy populares tienen un carácter orgulloso y poco inclinado a llevarse bien con los pequeños humanos: lo ideal es acercarse a ellos gradualmente, porque hasta el perro más diminuto puede tener ataques de celos.