Los obstáculos agility son muchos y variados e, incluso en competición, su número varía entre 15 y 22. Se trata de un deporte peculiar para perros que pretenden que el animal siga un recorrido superando en un meticuloso orden una serie de obstáculos con gestos atléticos, desde el salto hasta la carrera de equilibrio sobre pasarelas, hasta quedarse quieto en una posición concreta durante un tiempo determinado.

Tipos de obstáculos

En toda competición que se respete, los obstáculos de agility que no pueden faltar nunca son las vallas, los muros o los paneles, en resumen, todos los obstáculos que deben superarse desde arriba con un salto similar al que hacen los caballos en las carreras de obstáculos. En realidad, se trata de pruebas diferentes entre sí: por ejemplo, en el salto único tenemos dos soportes con tres barras horizontales que el perro debe saltar intentando no golpearlas. Si se cayeran una o más, recibiría una penalización al final del recorrido. En el salto de barreras, el mecanismo regulador es el mismo, pero, sobre la barrera tenemos tablas que no deben caerse.

Obstáculos agility

La pasarela y la valla son parecidas, ya que el perro debe recorrer varillas largas, aproximadamente 30, que primero lo hacen subir y luego bajar: la pasarela está compuesta por 3 elementos y realiza una especie de trapecio, mientras que la valla está compuesta por solo dos elementos a modo de triángulo. Para que el perro esté a salvo y para impedir que se resbale en las pendientes, se incluyen elementos transversales anticaída.

Similares a los obstáculos de agility mencionados anteriormente, está el balancín, una especie de tabla basculante que el perro debe recorrer de una parte a otra, abandonándola solamente cuando la tabla haya tocado tierra.

Los túneles y el eslalon también son muy característicos: los túneles pueden ser duros o flexibles y, como es bastante intuitivo, el perro debe meterse dentro y recorrerlo hasta el otro lado. En cuanto al eslalon, este se practica fijando al suelo una serie de palos rígidos colocados en fila a una distancia fija el uno del otro: el perro deberá hacer «eslalon» yendo una vez a la izquierda y otra a la derecha del palo.

Quedan los obstáculos de agility canino que quizá sean los más escénicos y espectaculares: el salto de longitud en el que se deben superar una serie de obstáculos colocados de manera que ocupen un área de hasta un metro y medio mientras el neumático contempla el clásico salto a través de su agujero central.