Entre los cuidados diarios que debemos darle a nuestro perro, no debemos olvidar la higiene de los oídos. No importa si sus orejas son largas, cortas, altas o caídas, las debemos limpiar con regularidad. Pero, ¿con qué limpiar las orejas del perro? Aquí está todo lo que debemos saber.

Por qué es importante limpiarle al perro el oído

A menudo podemos apreciar la presencia de una mayor o menor cantidad de cera en el oído de nuestros amigos. Es normal, que no cunda el pánico. Aún más, la cera en el oído del perro ayuda a limpiarlo y a captar depósitos de suciedad, piel muerta, pelo y partículas de suciedad al sacarlos gradualmente del conducto auditivo. El cerumen suele aparecer como una masa de color amarillo/marrón, producida por el sebo y glándulas sudoríparas. Sin embargo, cuando este es excesivo, debe eliminarse. De hecho, un exceso de residuos puede provocar una inflamación o la aparición de patologías graves. Las inflamaciones más comunes son las infecciones de oído, pero también se puede producir una lesión grave en el conducto auditivo. Algunas razas, debido a la anatomía de sus orejas, son más propensas a padecer dichas infecciones, aunque la higiene debe ser siempre máxima, independientemente de la raza. Dichas razas incluyen cockers, dachshunds y labradores: un perro de orejas caídas presentará una mayor acumulación de cera.

Con qué limpiar el oído del perro

Cómo limpiar el oído del perro

Entonces, ¿cómo debemos limpiar las orejas de nuestro perro? ¿Qué debemos utilizar? Lo primero de todo es realizar una inspección general de la oreja: el interior debe ser rosado, sin lesiones ni arañazo y no debe desprender un olor fuerte o desagradable. También debemos prestar atención a que no haya cuerpos extraños o parásitos como garrapatas, piojos y pulgas. En estos casos lo ideal es contactar con el veterinario. Para limpiar los oídos basta con utilizar un poco de algodón humedecido en jabón. Si no tenemos algodón a mano, también podemos utilizar una gasa estéril, pero nos debemos asegurar de apretarla bien. Movemos el dedo suavemente por el conducto auditivo, eliminando todo el exceso de suciedad y limpiando con cuidado todos los pliegues del oído. No profundices demasiado con el dedo ya que podrías causarle daños al animal. Debemos hacer esto con frecuencia, en especial si nuestro perro es propenso a acumular cera. Antes de irnos a la cama, ¡ritual de belleza también para nuestro perrete!